Durante la segunda mitad del siglo XVII ese consolidó la hegemonía del reino de Francia como la principal potencia de Europa. Para alcanzar este estatus Luis XIII de Francia tuvo que disputársela a la España de Felipe IV, quebrada moral y económicamente tras años de guerras para mantener su poderío en el Viejo Continente. En este contexto vivió san Vicente de Paúl (1581-1660), un sacerdote francés, Limosnero Real, que dedicó su vida a los pobres, fundando numerosos hospicios para los menesterosos y los niños expósitos. San Vicente de Paúl fue canonizado el 16 de junio de 1737.
Los belgas Jean Dufaux y Martin Jamar, guionista e ilustrador respectivamente, nos traen una historia híbrida entre la hagiografía y una historia policíaca. Vincent de Paul vive a caballo entre dos mundos, por un lado es un limosnero que ofrece auxilio a los pobres y por otro frecuenta a la nobleza y al rey de Francia, quienes financian sus obras de caridad, sus hospicios y casas de socorro. Pero un día, tras comprar el sacerdote la libertad de una joven prostituta, uno de sus protegidos, un expósito, es apuñalado pero antes de morir revela un secreto. La muerte del huérfano perturbará la conciencia de Vincent, que junto a un espadachín a sueldo llamado Jacques de Prémontal, frecuentará tanto en los bajos fondos parisinos como las casas de los poderosos para intentar resolver este crimen. Prémontal es el contrapunto de Vincent, un ateo que roza el nihilismo, y sin embargo va sintiendo poco a poco aprecio y respeto por sacerdote, ya que el futuro santo respeta su descreimiento y no intenta convertir a la fe cristiana al espadachín en ningún momento.

El dibujante belga despliega todo su talento en los distintos escenarios y ambientes en que se sucede la acción, cuidando hasta el extremo los detalles. Con un estilo realista y un precioso coloreado Jamar nos muestra las dos cara del París del Grand Siècle por el que se mueve Vincent: por un lado los lujos y suntuosidad de las grandes casas de la nobleza, por otra la miseria y la mala vida de los barrios desfavorecidos. Sin embargo, aunque el guion de Dufaux contiene muchos aciertos, no se puede obviar la brevedad de la obra (64 páginas) para el provecho que se le podría haber sacado a la obra y que el desenlace de la trama detectivesca resulta un poco precipitado, pero esto es compensado con unos personajes muy bien perfilados (sobre todo Vincent y Prémontal), muy buenos diálogos, como la conversación sobre el perdón entre el sacerdote y el espadachín («yo concedo el perdón con el filo de mi espada»), y que, junto al dibujo de Jamar, te mete de lleno en la historia desde la primera página.
En resumen, una obra que se disfruta tanto por su precioso dibujo como por su historia, que cualquier aficionado al cómic histórico devorará con gusto pero que uno desearía que su trama detectivesca se desarrollara más por el potencial de la historia y que tuviera 30 ó 40 páginas más. El cómic se cierra con un texto firmado por Marie-Joëlle Guillaume, autora de Vincent de Paul, un santo en el gran siglo, que nos ofrece un retrato más detallado del santo limosnero y nos da muchas claves de la época que le tocó vivir.
Ficha técnica:
Título: Vincent. Un santo en la época de los mosqueteros
Título original: Vincent: Un saint au temps des mousquetaires
Autores: Jean Dufaux (guion) y Martin Jamar (dibujo).
Traducción: Manel Domínguez y David Domínguez
Número de páginas: 80
Editorial: Norma Editorial
Año: 2019