La segunda novela de la saga El Coyote mantiene en parte del arco argumental de su predecesora. La historia tiene lugar dos años después de la primera aventura de El Coyote y en este tiempo el viejo don César Echagüe ha fallecido, el joven César Echagüe se ha casado con Leonor de Acevedo y, por su lado, el matrimonio compuesto por Edmonds Greene y Beatriz de Echagüe ha dejado California y ahora viven en Washington D.C. Mientras tanto los poderes fácticos y políticos norteamericanos siguen conspirando para despojar a los californianos de sus tierras. El empresario Samuel Perkins, confabulado con el sheriff Koster y el juez Simon Salters, tiende una trampa al campesino Juan Olegario Zamiza con el fin de quedarse con sus tierras. Perkins ofrece seiscientos dólares de oro y su caballo a Chamiza a cambio de su rancho. El pobre Juan Olegario será acusado de robar el purasangre y el dinero de Perkins, acabará linchado y su propiedad pasará a manos de Perkins. Tras la muerte de Juan Olegario su viuda, Julia Ibáñez, quema su pequeño rancho y recibe un dinero que le da César de Echagüe para vuelva con su familia a San Diego; en lugar de eso compra un revolver para obligar al tabernero Fawcet que declare que Perkins tendió una trampa a su marido. Max Clymer viendo peligrar la vida de Fawcet mata a Julia y a su vez éste es asesinado por Luis María Olaso que huye al rancho San Antonio buscando la protección de César de Echagüe. Por pragmatismo Echagüe entrega al sheriff a Juan María, razón la cual entrará en conflicto con su mujer Leonor y con la comunidad hispana que le considerarán un traidor y un cobarde. Tras dos años creyéndosele muerto reaparece El Coyote para aplicar su justicia…

La trama de la confiscación de tierras y propiedades está totalmente reciclada y personajes como Perkins, Koster y Salters no son más que un trasunto de Starr, McAdams y Clarke; incluso las situaciones de injusticia que vive Juan María Olaso y Juan Olegario Zamiza son parecidas a la de Telesforo Cárdenas. En esta entrega sigue la tensión entre César Echagüe y Leonor de Acevedo por esa actitud tan cínica de la que hace gala su marido —además de un ataque de celos— cuando aparentemente no ayuda a Juan María Olaso y lo entrega a la justicia. Uno de los aspectos más interesantes de esta novela es ver el sentido de la justicia tan peculiar que tiene El Coyote —«Yo soy quien dicta el veredicto»—, porque las leyes de los norteamericanos no son justas o incluso las puede utilizar en su beneficio, por lo que no dudará en extorsionar, amenazar o robar para hacer cumplir su ley. Otro sería como parece adelantar un triangulo amoroso o al menos otro punto de fricción en el rancho San Antonio por los celos que Leonor siente hacia Guadalupe, la hija de su criado Julián Martínez. Algo curioso que ocurre con esta novela es que originalmente Mallorquí mataba a Guadalupe Martínez, pero —del mismo modo que Cervantes olvidó que Sancho perdió el rucio— Mallorquí obvió la muerte de este personaje tan atractivo para la trama y la resucitaría más adelante, ya en las sucesivas ediciones enmendó el error.
Quizás La vuelta del Coyote sea menos sorprendente que su predecesora por haber tomado de ella la idea, pero, a pesar de reciclar en parte muchos elementos de El Coyote, afianza piezas clave para la saga como el papel de antihéroe de César de Echagüe, el hábil manejo del revolver y «la marca del Coyote» que el héroe californiano inflige en las orejas de todos sus enemigos o su traje negro mexicano —lo que le da un rasgo distintivo al personaje— y, además, añade nuevos y atractivos personajes como a los Lugones —aliados secretos del Coyote—, el abobado José Covarrubias —protegido de don César Echagüe— o el veterano general mexicano de la guerra contra los Estados Unidos don Goyo. Todo estos ingredientes van enriqueciendo la novela y dotando de mayor cuerpo a la serie a la vez que afianza el esquema de las novelas dotando de un aire a folletín y a novela pulp que lo hiciera tan atractivo en su primera aventura. Por lo tanto, a nivel argumental La vuelta del Coyote está un escalón por debajo de El Coyote pero lo compensa con algunas buenas escenas de acción y nuevos e interesantes personajes que consiguen hacernos olvidar —en parte— el pastiche.
[Nota: La vuelta del Coyote corresponde con el número 1 de la Colección El Coyote tal y como la publicó originalmente Ediciones Clíper. Por pragmatismo sigo la discutida numeración de la edición de Planeta DeAgostini.]
Ficha técnica:
Título original: La vuelta del Coyote.
Autor: José Mallorquí.
Editorial: Ediciones Clíper.
Año: 1944.