La aparición del cinematógrafo fue seguramente —y visto con la perspectiva que dan más de un siglo y pico— el acontecimiento cultural más importante del siglo XX. Desde que dejó de ser una atracción de barraca de feria a finales del siglo XIX rápidamente adquirió una vocación artística y en esos mismos primeros tiempos el cine ya había dejado primitivas y tempranas obras maestras como las que filmaron y firmaron cineastas como Georges Méliès, Charles Chaplin, D. W. Griffith, F. W. Murnau, Carl Theodor Dreyer, Fritz Lang, Sergei M. Eisenstein, Erich von Stroheim, Abel Gance, Segundo de Chomón o Victor Sjöström. En esos primeros años el cine buscaba desesperadamente un lenguaje propio en el que expresarse y no es sorprendente que pronto buscara apoyarse en la literatura en general y en el teatro en particular, por motivos obvios. Por lo que ya desde sus inicios el cine fue de la mano de la literatura, ya fuera en busca de argumentos o para aprovechar el éxito cosechado por tal o cual obra literaria. Es un tópico bastante manoseado esa frase manida que muchos espectadores sueltan muy a la ligera tras ver una adaptación cinematográfica de una novela «el libro es mejor que la película», la historia del cine nos ha demostrado en innumerables ocasiones no sólo que esa frase es falaz, ya que de textos mediocres el cine ha sacado obras maestras, sino que la comparación es estéril pues hablamos de dos medios expresivos distintos. Pero esa frase da pie a una pregunta ¿cuál fue la relación de los escritores españoles con el cinematógrafo durante sus primeras décadas de existencia? Sabemos que de la Generación del 98 Azorín fue un apasionado del séptimo arte o que Pío Baroja incluso hizo sus pinitos como actor en algunas adaptaciones de sus obras, y que la Generación del 27 fue muy cinéfila («Yo nací —¡respetadme!— con el cine», escribiría Rafael Alberti), quizás fueron los primeros en merecer ese nombre en España. Pero no siempre no siempre fue el cine visto con buenos ojos por parte de la crema de la intelectualidad española de principios de siglo, sino que poco a poco fue siendo aceptado como una forma de arte.
El libro que tenemos ahora entre manos Escritores y cinema en España: un acercamiento histórico trata de arrojar luz sobre esos primeros años del cinematógrafo y si relación con los escritores españoles. Para ello si autor, Rafael Utrera, divide su estudio en seis partes muy bien diferenciadas que serán un primer capítulo que es la introducción, otro capítulo sobre la aparición del cinematógrafo y su penetración en la vida cultural española, un tercero capítulo sobre la aceptación del nuevo arte, otro sobre cine y teatro, un quinto sobre el cine y la narrativa y el sexto y último una filmografía.
En la introducción Rafael Utrera compendia de forma sucinta los temas que desarrollará en los capítulos posteriores, aquí el autor ya expone algunas de las conclusiones de esta obra. Tras la introducción se describe la aparición del cinematógrafo en el contexto sociocultural de la España de la Regencia de la reina María Cristina, y expone entre otras cosas que el cine pasó de ser hecho científico para pasar a ser atracción de barraca de feria para finalmente afianzarse como un hecho artístico; la lenta penetración de este arte estos primeros días del cinematógrafo, que fue visto con por los escritores españoles y la semejanza y diferencias entre éstos y sus colegas europeos en su posición respecto al invento de los hermanos Lumière. Sin embargo fueron dos —en realidad tres— críticos de la orteguiana revista España que se escondían tras los pseudónimos de «Fósforo» (Martín Luis Guzmán y Alfonso Reyes) y «El Espectador» (Federico de Onís) la excepción ante este desdén intelectual hacia el cine quienes desde casi primera hora se erigieron como firmes defensores de este nuevo arte en ciernes. La relación del cine y el teatro es un tema al que dedicará un capítulo entero con sus respectivos epígrafes dedicados a los dramaturgos Jacinto Benavente, los hermanos Álvarez Quintero, Eduardo Marquina, Carlos Arniches, Gregorio Martín Sierra y Pedro Muñoz Seca. Para el capítulo dedicado al cine y la novela serán Armando Palacio Valdés, Alejandro Pérez Lugín, Eduardo Zamacois, Alberto Insúa, José Francés, Wenceslao Fernández Flórez, Concha Espina y Vicente Blasco Ibáñez los novelistas que contarán con su respectivo epígrafe sobre su relación de su obra con el cinematógrafo. El último capítulo es una recopilación de la filmografía de los literatos que menciona Rafael Utrera en esta obra.
El capítulo III dedicado a la crítica cinematográfica de «Fósforo» y «El Espectador» ha sido para mí todo un descubrimiento, sin duda el capítulo que más me ha cautivado de todo esté ensayo, siendo tal mi interés por estos dos críticos que he buscado algún libro que recopile las críticas de Martín Luis Guzmán, Alfonso Reyes y Federico de Onís —sin mucho éxito hasta el momento— y me ha hecho interesarme de rebote en las críticas cinematográficas que en su senectud realizó un tal Azorín, por lo que cuando una puerta se cierra otra se abre. El resto de capítulos también son interesantes pero su interés crece cuanto más se conoce a los literatos de los que habla aunque siempre es interesante ver la posición respecto al cinematógrafo dependiendo también de los intereses de cada escritor.
Esta brevísima obra de Rafael Utrera es un buen punto de partida si se quiere empezar a indagar en las relaciones entre el cine y la literatura (española) y se puede continuar con otras obras del propio Utrera como Modernismo y 98 frente al cinematógrafo, aunque quizás es una obra más de nicho y menos divulgativa que otras que se pueden encontrar en cualquier librería sobre el tema, seguramente dirigida más a estudiosos del tema que a lectores ocasionales sobre temas de cine. Sin embargo yo no sé puede obviar que Escritores y cinema en España es una obra ineludible si se quiere estudiar este período de tiempo en la historia del cine en España, ya que rescata del olvido una parcela importantísima de la cultura española y pocas o ninguna otra se ha preocupado de estudiarla.
Ficha técnica:
Título: Escritores y cinema en España: un acercamiento histórico.
Autor: Rafael Utrera Macías.
Número de páginas: 144.
Editorial: Ediciones JC.
Año: 1985.