En El Coyote acorralado José Mallorquí se inclina por un argumento más cercano al western de acción que a las intrigas de César de Echagüe. En esta ocasión un jinete vestido a la manera mexicana hace un alto en el río Colorado para que tanto él como su caballo puedan beber agua fresca. El jinete encuentra una pepita de oro en el río y el cadáver de un buscador de oro que ha sido ahorcado unas horas antes junto a un cartel que reza «Esto es lo que encuentran los que buscan oro aquí. Para ellos siempre hay un árbol, una cuerda y muchos buitres y cuervos.» Tras examinar todo sigue su camino hacia Ladrón, el pueblo más cercano, donde hará sus pesquisas. Una vez allí el mexicano, que se hará llamar José Martínez, entrará en la taberna donde tendrá un encontronazo con Hamilton, un pistolero que intentará dispararle por la espalda y que saldrá de la taberna sin parte del lóbulo de su oreja; más tarde, el forastero entablará una conversación con el señor Quincey, el jefe de Hamilton, y éste le advierte que no busque oro en el Valle del Trono. Tras salir de la taberna el señor Martínez es emboscado pero logra matar a Hamilton. Es entonces cuando Quincey y sus hombres se dan cuenta de que se enfrentan al Coyote y deciden acorralarlo en el valle…

Con un arranque lleno de pulso y de nervio la sexta entrega de El Coyote es un western que podría haber estado protagonizado por cualquier pistolero o no haber estado dentro de esta serie de novelas dedicadas al héroe californiano puesto que no posee las características propias de esta saga. El Coyote se introduce en el Valle del Trono para descubrir qué ocultan estos bandidos que asesinan a cualquiera que busca oro o mete sus narices en el valle, pero pronto se da cuenta que le han tendido una trampa y que no le será fácil salir de allí ni descubrir el secreto de sus enemigos. El resto de la novela es una caza al hombre —o mejor dicho al Coyote— que solo se detendrá con un río de sangre. No obstante, Malloquí nos presenta como es habitual en sus novelas protagonizadas por el Coyote una nueva cara de la ética de este personaje e insiste en ello en varias partes de la novela donde resalta sus escrúpulos a disparar por la espalda a sus enemigos, perdiendo de este modo la oportunidad de eliminar varias veces a los hombres que le están hostigando hasta la extenuación.
La novela tiene un aroma muy pulp —sobre todo por el origen de ese tesoro final— y un gran ritmo narrativo que atrapa al lector desde la primera página ya que en esta caza al Coyote prácticamente no le dan respiro y solo la suerte y su ingenio le harán salir victorioso de esta aventura. José Mallorquí logra atrapar al lector con esta típica historia en el que desde el principio sabemos que va a triunfar y sobreponerse a todas las dificultades que se le pongan por delante pero que con mucho oficio logra meter la emoción suficiente en la narración para que nos olvidemos de ello y, en definitiva, disfrutemos de un western bastante entretenido. El lado negativo —si es que esto puede ser considerado una pega— es la sensación de que la novela guarda poca relación fáctica con El Coyote, ya que no desarrolla otros aspectos personales de César de Echagüe o su círculo, y la inclusión de un epílogo que —en mi opinión— es algo insulso. Aún así mantiene el tipo y se disfruta de principio a fin este western con garra y mucha acción.
[Nota: El Coyote acorralado corresponde con el número 5 de la Colección El Coyote tal y como la publicó originalmente Ediciones Clíper. Por pragmatismo sigo la numeración de la edición de Planeta DeAgostini.]
Ficha técnica:
Título original: El coyote acorralado.
Autor: José Mallorquí.
Editorial: Ediciones Clíper.
Año: 1945.