Siempre he sentido un gusto especial por lo austrohúngaro. Ese mundo grisáceo y decadente, como si fuesen conscientes de ser un anacronismo histórico anclado en la modernidad, que únicamente colapsará tras la derrota sufrida en la I Guerra Mundial. Ese espíritu caduco que se rigen por unas reglas sociales más estrictas que las nuestras y qué asfixian con reglas sobre el honor y la aristocracia heredados de no se sabe cuando ni dónde pero que encorsetan la psique de hombres y mujeres.
En El teniente Gustl una novela cortísima en el que a través de un monólogo interior que comienza con un incidente en el teatro, al finalizar la obra el teniente Gustl se encuentra con el panadero que intenta arrebatarle el sable al teniente y luego le insulta y falta al respeto. Tras este suceso Gustl decide suicidarse a las siete de la mañana obligado por el férreo código militar y vagará por las calles de Viena preocupado por si alguien se ha dado cuenta de los sucedido momentos antes en el teatro y teniendo un monólogo interior sobre las consecuencias de esta humillación y empiezan las dudas…
En esta brevísima obra Arthur Schnitzler recrea con maestría tanto esos férreos códigos morales de la Austria de los albores del siglo XX como la importancia de los cafés para los círculos sociales e intelectuales de la época. Pero lo que retrata desde el primer momento es la preocupación del Gustl por los que los demás, ya que sus autoestima está supeditada a su condición de militar y además desprecia a los no militares por no regirse por los mismos valores. Tan es así que tan pronto como el panadero mancha su honor está decidido a mantenerse fiel a sus ideales, que resultan no ser tan fuertes pues en seguida comienzan las dudas. Muchos de sus pensamientos van hacia sus amantes a las que en el fondo desprecia por su clase social. En esta novela corta se presenta a Gustl como un antisemita —el propio Schnitzler era judío— que desprecia a los judíos aunque sean militares —en una evidente alusión al caso Dreyffus—, como lo serían muchos, si no todos, los militares de su época y que más tarde daría pie a la infame Dolchstoßlegende (leyenda de la puñalada por la espalda) que surgirá tras la derrota de los Imperios Centrales en la I Guerra Mundial.
Arthur Schnitzler no solo cuestiona los valores el código de honor que tanto militares como nobles presumían de tener, sino que también es una crítica al militarismo imperante en los albores del siglo XX y que desembocaría en la Gran Guerra. También la técnica del monólogo interior nos sumerge en la psique de Gustl y es el lector quien juzga al protagonista en lugar de un narrador, y es que Schnitzler con una novelita de apenas 64 páginas es capaz de describir la Austria de su época y sus problemas sociales con una maestría que pocas veces he tenido el placer de leer y que se cuenta entre uno de mis libros favoritos.
Ficha técnica:
Título original: Lieutenant Gustl.
Autor: Arthur Schnitzler.
Número de Páginas: 64.
Traducción: Juan Villoro.
Editorial: Acantilado.
Año: 2006.